La ventilación es clave cuando se cultiva marihuana en interiores. Es igual de fundamental que el agua y la luz, el cultivo no funcionará si falta alguno de los siguientes factores.
Cuantas más plantas por metro cúbico tengas, más necesidad tendrás de algún tipo de sistema artificial para garantizar el éxito, este aspecto está directamente relacionado con el control de temperatura, un factor determinante en el éxito de tu cosecha. Con una buena ventilación también controlarás los niveles de humedad, evitarás la proliferación de plagas y enfermedades y lograrás que el crecimiento se acelere. Por otro lado, tener un ventilador prendido en tu cultivo evitará que se formen bolsas de humedad en el aire, las cuales pueden ser perjudiciales para tus cogollos.
Hablaré de esto más a fondo en otro artículo pero instalando en tu ducto de salida un filtro de carbono evitará que el aroma de tu cultivo llegue a ser detectado por gente indeseable.
En conclusión: es un elemento vital en la calidad de vida del cannabis, similar al agua y la luz.
Descubre a continuación algunos consejos para optimizar la ventilación en tu cultivo:
Incorpora un extractor al espacio donde cultivarás
La función del extractor es renovar el aire viciado del interior, al hacerlo las plantas pueden aprovechar más el aire limpio que entra de afuera. Este debe ser lo suficiente potente para suplir las necesidades de tu emplazamiento. En otras palabras la potencia de tu extractor debe estar directamente relacionada con el tamaño de tu cultivo. Ubícalo en la parte superior del cultivo, ya que es ahí a dónde va el aire caliente.
Utiliza un ventilador
Aunque los ventiladores no hacen que el aire circule de la misma forma que los extractores, sí lo mantienen en movimiento. Esto tiene varios beneficios para tus plantas.
Aunque no reducirán la temperatura de forma significativa, igual son importantes, ya que simulan la brisa natural que recibe la marihuana en su entorno natural.
Por un lado el viento generado por el ventilador fortalece los tallos y hojas de las plantas ayudándoles a crecer más fuerte, y por otro, mantiene muchos insectos alejados del cultivo. Si sabes monitorear bien el aire con el riego y la luz, puedes incrementar hasta un 40% el crecimiento de las plantas.
El aire deshidrata la planta, por ende está acudirá a el agua de su maceta (esta técnica funciona mejor con hidropínicas ya que la fuente de agua es ilimitada). Al consumir más agua puede absorber más luz y esto acelerará el crecimiento. Si tienes muchas plantas puedes utilizar un ventilador de pie para que el aire circule entre ellas.
Abre las puertas por lo menos una vez al día
Como tus plantas producen oxígeno (O) al aspirar dióxido de carbono (CO2) es muy común que sin un buen sistema de renovación, el aire de a poco se les irá contaminando y perderán CO2, el cual necesitan para hacer la fotosíntesis, por lo tanto se produce una saturación fotosintética. Habrá que renovar el aire abriendo la puerta de tu cultivo al menos una vez al día.
Asegurate de que al abrir la puerta la luz del exterior no interfiera con los ciclos de oscuridad de la planta. Interrumpir el las horas de oscuridad podrán poner la planta bajo estrés y retrasar la cosecha. Ten en cuenta que al abrir la puerta, las fragancias escaparán y podrán ser detectadas a varios metros de distancia; esto podría alertar a algún curioso. Es por esto que al pensar en empezar un cultivo en interiores, es imprescindible un sistema de ventilación adecuada, y de esta manera no tendrías que siquiera abrir la puerta y evitarías tomar este riesgo. Muchas veces invertir un poco en tu tranquilidad hace una gran diferencia.
Ten en cuenta la humedad
Controlar la humedad en tu cultivo es otro factor que está relacionado a la ventilación, cada etapa de crecimiento requiere de un nivel de humedad distinto, por esta razón debes cuidar que los niveles de humedad se mantengan de acuerdo a la necesidad de tu planta.
Los niveles de humedad varían según el proceso de la planta: durante la germinación debe estar entre 80% y 90%, durante el estado vegetativo, entre 60% y 70% y durante la floración, entre 40% y 60%.Si no controlas este aspecto de tu cultivo, puedes sufrir de diversos riesgos como daños en las raíces, sobrecalentamiento, hongos y plagas. Mantén un buen control del nivel de humedad y temperatura comprando un medidor. Hay un modelo muy útil y práctico en formato digital, el cual mide ambos.
Si la humedad es un problema en tu localidad (como Florida), quizas tendras que pensar en comprar un deshumidificador. Estos aparatos suelen ser costosos pero si estás empezando un cultivo mediano o grande este puede ser una buena solución. Para un cultivo más pequeño (3 o 4 plantas) el ventilador y extractor mantendrán la humedad controlada.
Para resumir:
Asegurate de tener un buen ingreso de aire renovado; ideal si viene directo de la calle.
Es imprescindible un extractor en la parte superior; este puede estar conectado a un filtro de carbono para la eliminación total de olores.
El extractor es vital para controlar la temperatura y la humedad.
Ten un ventilador prendido, en especial en las horas de luz. Este simula la brisa que reciben las plantas en su ambiente natural. Una opción es automatizar el sistema de ventilación con un timer para que este se prenda por 15 minutos y se apague por otros 15.
Ten en cuenta que la ventilación es igual de fundamental que el agua y la luz. El cultivo no funcionará si falta alguno de estos tres factores.
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